El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha acusado al Poder Judicial de ser prepotente y autoritario después de que la Corte Suprema anuló la primera parte del Plan B electoral. El presidente afirma que el Poder Judicial está podrido y actúa de manera facciosa. López Obrador también ha acusado a los Ministros de la Corte de estar al servicio de una minoría rapaz que se dedicó a saquear al país y que ahora quiere regresar por sus fuerzas con el apoyo del Poder Judicial.

A pesar de que dos ministras promovidas por López Obrador votaron en contra de la invalidación de la reforma, el presidente ha convocado a que en las próximas elecciones se lleve a cabo el «Plan C», el cual consiste en obtener 334 diputados para que el Gobierno realice reformas constitucionales sin obstáculo alguno. López Obrador ha explicado que para reformar la Constitución se necesitan dos terceras partes en el Congreso y que el objetivo es obtenerlas en la próxima elección.

El presidente también ha anunciado que antes de que termine su sexenio propondrá una reforma constitucional para que el pueblo elija a los Ministros de la Suprema Corte. López Obrador ha afirmado que la renovación hay que hacerla con el pueblo, y que sólo el pueblo puede purificar la vida pública. Para ello, el presidente ha explicado que enviará tres reformas constitucionales, entre ellas la del Poder Judicial para que el pueblo elija a los Ministros, como lo establecía la Constitución liberal de 1857 en la época del Presidente Juárez.

En resumen, el presidente de México ha acusado al Poder Judicial de ser prepotente y autoritario, y ha convocado a que en las próximas elecciones se lleve a cabo el «Plan C» para obtener la mayoría en el Congreso y realizar reformas constitucionales sin obstáculo alguno. López Obrador también ha anunciado una reforma constitucional para que el pueblo elija a los Ministros de la Suprema Corte, con el objetivo de purificar la vida pública.