En un importante hito para la región, la Presa Libertad ha comenzado a captar agua desde hoy, marcando el inicio de una obra que se inició en septiembre de 2020. Aunque se espera que la conclusión total de los trabajos sea para diciembre, el cierre hidráulico ya permite el almacenamiento del vital recurso proveniente del afluente del Río Potosí.

Las autoridades tienen grandes expectativas, pronosticando un aumento en los escurrimientos entre agosto y septiembre.

El Gobernador Samuel García, presente en la zona de los trabajos, se mostró optimista al observar cómo el espejo de agua ha comenzado a formarse con las recientes precipitaciones. Actualmente, la Presa Libertad registra un avance general del 72 por ciento, con algunos aspectos pendientes, como la finalización del vertedor y la conexión hacia el Acueducto Cerro Prieto, que abastecerá de agua a la zona metropolitana.

Con una capacidad máxima ordinaria de 221 millones de metros cúbicos de agua, seis veces mayor que La Boca pero inferior a Cerro Prieto, la Presa Libertad contará con una cortina de mil 915 metros de longitud, que se convertirá en la más extensa de América Latina.

Una vez en funcionamiento, se espera que la Presa provea mil 600 litros por segundo a la Ciudad, fortaleciendo la seguridad hídrica de la región.

A pesar de los retos y las dificultades enfrentadas, la Presa Libertad avanza hacia su conclusión con un presupuesto estimado de 7 mil 732 millones de pesos, superando el costo inicial proyectado. El director de Agua y Drenaje, Juan Ignacio Barragán, mencionó que recibieron la obra en un estado complicado de la Administración anterior, sin embargo, se ha logrado avanzar satisfactoriamente y se espera concluir cerca del plazo originalmente establecido de tres años.

La Presa Libertad representa una esperanza para la región, un proyecto ambicioso que asegurará el abastecimiento de agua para la comunidad y promoverá el desarrollo sostenible en los próximos años.