Monterrey.- En una sesión histórica marcada por la agitación y la controversia, el Congreso de Nuevo León designó a Luis Enrique Orozco como gobernador interino del estado, ocupando el cargo debido a la licencia de Samuel García.
La sesión, inusualmente tumultuosa, requirió la intervención de la fuerza pública debido a la irrupción de presuntos simpatizantes de Movimiento Ciudadano, quienes tomaron por asalto la sede legislativa.
Cerca de las 20:40 horas, con el respaldo mayoritario del PRI y el PAN, Orozco fue elegido como gobernador interino mediante una votación con cédula. La decisión fue recibida con júbilo por los presentes en el pleno, quienes celebraron con gritos de «¡gobernador, gobernador!» En las semanas previas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró inelegible a Arturo Salinas, generando tensiones políticas en la región.
El presidente del Congreso, Mauro Guerra, tomó juramento a Orozco, quien asumirá el cargo desde el 2 de diciembre de 2023 hasta el 2 de junio de 2024. La designación y la toma de protesta se llevaron a cabo después de que la sesión se viera alterada por la irrupción de simpatizantes de Movimiento Naranja, quienes protestaron vehementemente contra la elección.
El caos en la sede legislativa obligó a Guerra a solicitar la presencia de la fuerza pública para restaurar el orden.
Los ánimos se caldearon cuando los manifestantes ingresaron al recinto con gritos de «vendidos» y «fuera el PRIAN», logrando abrirse paso a pesar de la resistencia inicial del personal de seguridad. La intervención de agentes ministeriales y de la Fuerza Civil finalmente permitió continuar con la sesión y llevar a cabo la designación de Orozco como gobernador interino, en medio de una grave crisis de gobernabilidad según sus propias palabras.
