Ramos Arizpe, Coahuila.- A pesar de ser uno de los municipios con mayor crecimiento económico y poblacional, Ramos Arizpe ha sufrido un sistemático saqueo de recursos públicos durante la última década. Ex alcaldes y ex funcionarios ligados al PRI habrían desviado presuntamente cientos de millones de pesos a través de redes de empresas fantasmas, afectando gravemente la infraestructura y los servicios básicos del municipio.

Desde 2015, diversas administraciones municipales han sido señaladas por corrupción y malversación de fondos. La administración de la alcaldesa Lilia María Flores (2018-2021) fue denunciada por desviar 50 millones de pesos, mientras que 25 millones pagados al Gobierno del Estado por concepto de agua nunca fueron justificados. Estas irregularidades, junto con la herencia de una deuda pública de 130 millones de pesos, han impedido la pavimentación de calles, la mejora de servicios públicos y el aumento de policías y patrullas para la seguridad pública.

La actual administración del priista José María Morales también enfrenta acusaciones de desvío de recursos. El dirigente estatal de Acción Nacional, Jesús de León Tello, denunció que Morales presuntamente otorgó apoyos económicos mensuales de 250 mil pesos para pagos a instituciones educativas privadas y viajes al extranjero, gastos que no corresponden a programas sociales municipales. Estos presuntos actos de corrupción son parte de un patrón de saqueo que se ha perpetuado en el municipio, con casos emblemáticos como el del ex alcalde Ramón Oceguera Rodríguez, detenido por peculado.

La administración de Ricardo Flavio Aguirre Gutiérrez (2014-2017) es otro ejemplo, al presuntamente desviar millones de pesos a empresas fantasmas y realizar pagos injustificados a familiares y amigos. A pesar de las detenciones y denuncias, el saqueo de fondos públicos continúa afectando a Ramos Arizpe, uno de los municipios más ricos de Coahuila, pero también uno de los más pobres en infraestructura. El actual candidato del PRI, Tomás Gutiérrez Merino, también está ligado a una empresa fantasma que presuntamente desvió casi 69 millones de pesos, perpetuando la corrupción en el municipio.