Escobedo, N.L.– En medio de la transición gubernamental, con la próxima toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, han surgido reportes sobre la presunta reapertura ilegal del casino Yak, ubicado en Plaza Sendero, en el municipio de Escobedo, Nuevo León. El establecimiento, que operaría bajo un nuevo nombre, no cuenta con los permisos requeridos por la Ley estatal para funcionar como centro de apuestas, lo que ha generado preocupación y polémica entre la comunidad.
El Yak Escobedo fue clausurado en 2017 de manera definitiva, cuando era operado por la empresa Administradora Mexicana de Hipódromo, bajo el permiso federal DGG/SP/450/97 otorgado el 12 de septiembre de 1997. Desde entonces, el casino no ha cumplido con los requisitos de uso de suelo establecidos en la Ley de Desarrollo Urbano de Nuevo León, que prohíbe los centros de apuestas en la entidad. A pesar de esto, el negocio parece estar preparando su reapertura bajo circunstancias irregulares.
El pasado mes de julio, un anuncio en la fachada del establecimiento ofreciendo empleos como guardias de seguridad con un salario de 11,600 pesos mensuales, más prestaciones de ley, alertó a la comunidad y levantó sospechas sobre una posible reactivación del casino. La situación generó un gran revuelo en redes sociales, especialmente en Facebook, donde algunos usuarios cuestionaron si el casino, ahora identificado como Foliatti, ya había comenzado a operar en la ubicación antes conocida como Yak.
Aunque se especulaba que la apertura podría ocurrir en septiembre, fuentes cercanas indican que podría concretarse en la segunda quincena de octubre, coincidiendo con el cambio de administración federal. La reapertura de este tipo de establecimientos se vería afectada por el decreto presidencial emitido el 16 de noviembre de 2023, que prohíbe el uso de máquinas tragamonedas y reduce la duración de los permisos de operación de 25 a 15 años. Esta normativa ha sido duramente criticada por empresarios del sector de los juegos de azar.
Las autoridades locales aún no se han pronunciado al respecto, pero la reapertura ilegal del casino Yak en Escobedo plantea serios cuestionamientos sobre la aplicación de las leyes vigentes y el control de la proliferación de este tipo de negocios en la región, especialmente ante la posibilidad de que se aprovechen vacíos legales durante la transición de poderes.
La polémica continúa, mientras los vecinos y la comunidad en redes sociales esperan una respuesta clara de las autoridades municipales y estatales sobre el futuro de este establecimiento y su cumplimiento con la ley.
