Nacional.- En un contexto marcado por desafíos derivados de las declaraciones del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y de actores políticos canadienses, la Comisión de Seguimiento a la Implementación y Revisión del T-MEC del Senado de la República, presidida por el senador neoleonés Waldo Fernández, sostuvo hoy una reunión clave para definir su agenda de trabajo.
En su intervención, Fernández subrayó la importancia de la colaboración trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá como un pilar de la estabilidad económica y social en la región. “La imposición de aranceles no solo es injusta, sino profundamente contraproducente para ambas naciones”, afirmó, destacando el impacto negativo que estas medidas podrían tener en sectores estratégicos como la industria automotriz y manufacturera.
El senador presentó cifras contundentes para ejemplificar la interdependencia económica entre los países. En septiembre de 2024, México exportó 11,250 millones de dólares en productos automotrices a Estados Unidos, representando un 41% de las importaciones automotrices en ese país. Fernández enfatizó que estados como Nuevo León, sede de importantes empresas del sector automotriz, serían particularmente vulnerables ante una contracción económica, poniendo en riesgo miles de empleos.
Para contrarrestar estos desafíos, la Comisión acordó impulsar el diálogo con los congresos de Estados Unidos y Canadá, así como con representantes de las cámaras comerciales de los tres países. Durante la sesión, se aprobó el Programa de Trabajo del Primer Año de Ejercicio de la LXVI Legislatura y una agenda trilateral que buscará fortalecer el respeto y cumplimiento de los acuerdos establecidos en el T-MEC.
La reunión contó con la participación de destacados representantes de la industria automotriz y comercial, incluyendo a Odracir Barquera, Director General de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), y directivos de empresas como KIA México, General Motors y Nissan Motor Corporation.
Con este esfuerzo, la Comisión busca reforzar la cooperación trilateral frente a un entorno político y económico cambiante, reiterando el compromiso de México con el desarrollo regional y la competitividad global.
