Nacional.- La mañana del domingo se vivió un incidente de alto riesgo a bordo del vuelo 3041 de Volaris, que cubría la ruta entre El Bajío y Tijuana. Un pasajero intentó tomar el control de la aeronave, buscando desviar su trayecto hacia Estados Unidos. Sin embargo, gracias a la intervención oportuna de la tripulación, el incidente fue contenido y el avión aterrizó de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.

La aerolínea informó que los procedimientos de seguridad se aplicaron con éxito, permitiendo que todos los pasajeros y tripulantes salieran ilesos. Los viajeros fueron trasladados posteriormente para continuar su trayecto a Tijuana, mientras que el responsable fue detenido y puesto a disposición de las autoridades.

Acción rápida y protocolos efectivos
El vuelo despegó a las 7:17 de la mañana desde El Bajío y, aproximadamente 45 minutos después, surgió la emergencia. La tripulación reaccionó de forma inmediata, siguiendo los protocolos diseñados para este tipo de situaciones, lo que evitó mayores consecuencias.

Aunque no se ha confirmado si el pasajero implicado portaba un arma, el tema ha despertado inquietudes sobre las normativas de seguridad. Cabe recordar que Volaris permite el transporte de armas de fuego en vuelos nacionales bajo estrictas condiciones: los pasajeros deben contar con un permiso emitido por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y cumplir con un proceso de notificación y documentación antes del vuelo.

En un comunicado, Volaris aseguró que se sumará como parte acusadora en el proceso judicial contra el responsable del intento de secuestro. La aerolínea enfatizó su compromiso con la seguridad y afirmó que el detenido enfrentará las consecuencias legales correspondientes.

El incidente también pone en relieve la importancia de las políticas de restricción de objetos peligrosos a bordo, que incluyen baterías de litio, sustancias químicas y objetos punzocortantes, entre otros.

Gracias a la capacitación y profesionalismo de la tripulación, lo que pudo haber sido una tragedia se resolvió de manera segura, reafirmando la importancia de los protocolos de seguridad en la aviación comercial.