Internacional. – El mensaje reiterado de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre el tráfico de armas desde Estados Unidos a los cárteles mexicanos ha empezado a generar respuestas. Marco Rubio, secretario de Estado en la Administración Trump, ha reconocido la cooperación con México para frenar el trasiego ilegal de armas de fuego y ha expresado su compromiso de trabajar en conjunto.

Rubio recordó que las dos principales preocupaciones de la Casa Blanca en la frontera son la migración y el fentanilo, temas en los que ya se está trabajando con delegaciones gubernamentales de ambos países. «Vamos a trabajar juntos en su lado de la frontera y nosotros en el nuestro, para que podamos cuidar de ellos sobre su problema de tráfico de armas, y ellos pueden ayudarnos con el problema del fentanilo, la migración masiva y el de los cárteles«, afirmó en una entrevista radial en Estados Unidos.

El gobierno mexicano ha señalado reiteradamente que entre un 70% y un 90% de las armas en México provienen de Estados Unidos, por lo que insiste en que es una responsabilidad de las autoridades estadounidenses. Esta semana, Sheinbaum aseguró que el Gobierno de EE.UU. ya está considerando trabajar conjuntamente en este asunto.

Las negociaciones entre ambos países incluyen pactos de cooperación para reducir la tensión fronteriza. En este contexto, Rubio sostuvo una conversación con el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, cuyo contenido se resumió en un escueto comunicado de la cancillería: «México y Estados Unidos seguirán trabajando de manera coordinada, con pleno respeto a nuestra soberanía y para beneficio de ambos pueblos».

La cooperación para frenar el tráfico de armas es vista como un logro político en México, aunque aún no se han detallado medidas concretas sobre cómo Estados Unidos restringirá la venta ilegal de armas que terminan en manos del crimen organizado. No obstante, la presión sobre México persiste. La administración Trump ha condicionado la eliminación de aranceles a productos mexicanos a un mayor control de la migración y del tráfico de fentanilo hacia su país.

Sheinbaum ha sido elogiada por su capacidad para negociar con el impredecible presidente estadounidense. En sus declaraciones, ha insistido en la importancia de la alianza comercial de América del Norte para competir con China, subrayando que el proteccionismo y las amenazas arancelarias no beneficiarán a Estados Unidos en su lucha por el liderazgo económico global.

Mientras tanto, el canciller De la Fuente, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y otros altos funcionarios trabajan contrarreloj para presentar avances concretos antes del 3 de marzo, fecha límite impuesta por Trump para evaluar la respuesta mexicana y decidir sobre posibles sanciones comerciales.