Ciudad de México.— La agroindustria mexicana es un pilar estratégico en la economía nacional y desempeña un papel fundamental en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), afirmaron legisladores y representantes del sector durante un diálogo organizado por las Comisiones del Senado encargadas del seguimiento al acuerdo comercial.
Durante la sesión, encabezada por el senador Waldo Fernández, presidente de la Comisión de Seguimiento a la Implementación y Revisión del T-MEC, y Emmanuel Reyes Carmona, presidente de la Comisión de Economía, se subrayó la relevancia del sector agroalimentario en la economía mexicana y regional, en el marco de la próxima revisión del tratado.
“El sector agroalimentario representa más del 75% del PIB agroindustrial, y una de cada cuatro calorías consumidas en Estados Unidos proviene de México”, destacó Reyes Carmona. Sin embargo, advirtió sobre retos inmediatos como la sequía y la amenaza de nuevos aranceles.
El presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Jorge Esteve Recolons, expuso cifras que respaldan la fortaleza del sector: el 9.41% del PIB nacional, el 13.6% del empleo total, y una balanza comercial superavitaria sostenida desde 2015. En 2024, el 91% de las exportaciones agroalimentarias mexicanas tuvieron como destino Estados Unidos, que a su vez obtiene de México el 22% de sus importaciones alimentarias.
“Somos el principal proveedor de alimentos de EE.UU., y nuestras frutas y hortalizas, que representan el 45% de nuestras exportaciones agroalimentarias, son esenciales para una dieta saludable”, señaló Esteve Recolons.
Waldo Fernández destacó la amplia participación en el encuentro, que contó con presidentes de 12 comisiones del Senado, legisladores de distintas fuerzas políticas y el coordinador del grupo parlamentario mayoritario. “Eso refleja que en el Senado reconocemos el valor estratégico de este sector”, afirmó.
El senador también hizo referencia a la postura del expresidente estadounidense Donald Trump, quien —según Fernández— reconoció la importancia del T-MEC al no imponer aranceles generalizados a México y Canadá durante una etapa clave del acuerdo.
“Tenemos que seguir transmitiendo a los legisladores norteamericanos el peso del sector agroalimentario mexicano. En muchos casos, ni siquiera saben que empresas mexicanas generan empleos en sus distritos”, relató Fernández. “Si el sector agroalimentario fuera el único medido para el crecimiento económico, tendríamos tasas del 9% anual. Eso demuestra su fortaleza y la forma en que ha sabido aprovechar el T-MEC”.
El encuentro reafirmó el compromiso del Senado con el fortalecimiento del sector agroalimentario como pieza clave en el comercio regional y en la defensa de los intereses de México de cara a la próxima revisión del tratado.
