Monterrey, N.L. — La diputada local Grecia Benavides, del Grupo Legislativo de Morena, presentó este miércoles un exhorto al Congreso del Estado de Nuevo León para que se solicite la realización de una consulta pública previa, amplia e informada sobre el Proyecto de Interconexión Monterrey–San Pedro, particularmente en el tramo denominado Viaducto Rufino Tamayo–Macroplaza, que atravesará el Cerro de la Loma Larga y afectará directamente a la Colonia Independencia.
Benavides denunció que el proyecto, impulsado por el Gobierno del Estado y el municipio de Monterrey, avanza sin que se hayan transparentado sus efectos sobre los barrios afectados. En especial, criticó que la obra, que pasará por una de las comunidades más históricas y simbólicas de Monterrey, no haya sido consultada con los vecinos.
“La Independencia es más que un barrio: es un emblema del Monterrey popular, trabajador y resistente. No se puede trazar un viaducto sobre su gente sin siquiera consultarla”, afirmó la diputada.
La legisladora contrastó el gasto millonario en nuevas vialidades y megaproyectos de concreto con la falta de una solución integral al problema del transporte público. Aseguró que, aunque se construyan más calles y puentes, la mayoría de la población seguirá dependiendo del transporte público si no se garantiza un sistema accesible y eficiente.
“¿De qué sirve hablar de modernidad si la gente sigue batallando para subirse a un camión? No hay justicia urbana si siguen pavimentando calles pero olvidando a quienes no tienen coche”, expresó Benavides.
La diputada también comparó la situación de Nuevo León con la de la Ciudad de México, donde el gobierno de Morena destina más recursos al transporte colectivo que a obras viales de alto impacto. “Mientras aquí se destinan más de cinco mil millones de pesos a un viaducto no consultado, en la Ciudad de México se invierten 4,200 millones en transporte colectivo, con más de 100 rutas y precios accesibles”, subrayó.
Benavides recalcó que el proyecto del viaducto no ha pasado por ningún ejercicio de consulta vecinal, lo que va en contra de la Ley de Participación Ciudadana de Nuevo León. “Queremos un modelo de ciudad que no borre a sus barrios ni calle a su gente”, concluyó la diputada.
