Washington, D.C. — El presidente Donald Trump ha extendido una invitación oficial al papa León XIV para visitar la Casa Blanca, según informó este lunes la portavoz presidencial Karoline Leavitt. La invitación fue entregada personalmente por el vicepresidente J.D. Vance durante una audiencia privada con el pontífice en el Vaticano.

Leavitt detalló que la carta, firmada por el presidente Trump y la primera dama, transmite “sus más cálidos deseos” e invita al papa a visitar Washington “tan pronto como le sea posible”. Esta sería la primera visita papal a la Casa Blanca desde que el papa Francisco se reuniera con el entonces presidente Barack Obama en septiembre de 2015.

La figura de León XIV, nacido Robert Prevost en Chicago, ha marcado un hito al convertirse en el primer pontífice estadounidense. Su elección, apenas hace unos meses, ha generado expectativas tanto dentro como fuera del país, especialmente considerando sus posturas pasadas, entre ellas críticas públicas a la política migratoria de Trump y al propio Vance, expresadas antes de su elección al pontificado.

Acompañando al vicepresidente en su viaje al Vaticano estuvo el secretario de Estado, Marco Rubio. Ambos funcionarios, de fe católica, participaron en una misa dominical antes de mantener una reunión privada con el Santo Padre. Durante el encuentro, discutieron temas relacionados con negociaciones de paz en zonas de conflicto y asuntos humanitarios. Como gesto simbólico, Vance obsequió al papa una camiseta del equipo de fútbol americano Chicago Bears, un guiño a las raíces del pontífice en esa ciudad.

La invitación representa un movimiento diplomático significativo del presidente Trump, quien ha buscado reforzar lazos con líderes religiosos conservadores en su segundo mandato. No obstante, la relación entre el actual mandatario y el Vaticano ha estado marcada por tensiones ideológicas, especialmente en temas migratorios y sociales.

Hasta el momento, el Vaticano no ha emitido una respuesta oficial sobre si León XIV aceptará la invitación y cuándo podría realizarse la visita. Sin embargo, observadores señalan que un posible encuentro entre ambos líderes podría ser clave en la redefinición del papel de Estados Unidos en asuntos globales de carácter humanitario y religioso.